Juan Bautista "el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él ", advertía a sus oyentes que él no era quien creían. Que el que venía detrás de él era el importante. Entonces... más modesto que el Kiko Argüello ya era, pues. Tenía una fama extraordinaria, pero nadie se acuerda de sus predicaciones, nadie se acuerda de sus milagros, porque nadie escribió un evangelio sobre él. Sabemos de él por las palabras de Cristo sobre él. Nadie creó una fundación del feísmo para proteger sus Bautikonos o Bauticanciones.
Quien encontraba a Juan Bautista se ponía en crisis (¡Raza de víboras! ) pero, había que ir a buscar a la crisis al desierto. Juan huía de las ciudades. No tenía ninguna performance, ninguna operación de marketing por las calles, plazas, o llamando a las puertas para anunciar su evangelio. Dice sólo de sí mismo "Yo soy la voz". No la doctrina. No una chirriante moral inventada (sueldo santo, hijos como galones, copón de leche con miel, escruticídios)... No la incontinencia verbal kikiana. Juan Bautista es lo "no verbal" del evangelio. El gesto. Y su gesto es señalar con el dedo a Jesucristo y decir "Él es el cordero de Dios". El gran encuentro vocacional de Juan Bautista en la JMJ de JORDÁN´30 hizo que se "levantaran" TODOS sus discípulos y, abandonándole, marcharan detrás de Jesús. Esa es la importancia, el GESTO de Juan Bautista: incrustrar en el corazón de Cristo a quien acudía a él buscando un líder, un santo, un profeta, el mesías esperado. ¡ Esa era la Nueva Evangelización de San Juan Pablo II !
Con el Kiko Argüello funciona al revés que con Juan Bautista: seduce a discípulos de Jesucristo para que entren en "su" movimientito. Seducir=entretener=distraer de Jesucristo. Tenerles sujetos y empeñarse en que adquieran las costumbres, las opiniones, en definitiva lo diferente a otros, en vez de empujarles hacia el corazón de Cristo.
Cuando a una semilla le pones un palo, germina y la atas al palo, crece y la atornillas al palo, no obtienes un árbol obtienes otro palo. Cuando plantas una semilla a los pies de Jesucristo no necesitas un palo, porque su tronco crece recto.
Parece que el palo del padrone, el didáscalo, el padrino, y el catequista (¡ 4 palos por niñ@ ! ), no evitan el botellón, el porro, o el condón. Y pensar que todo era para que la semilla no se contaminara con el barro... Si el grano de trigo no muere no germina. Ni compañer@s, ni amig@s de "fuera de nosotros" pueden compartir nada en la iglesia salvo "hacer las catequesis". EL KIKAmino se está eutanasizando solo, y lo que les viene en breve acelerará el proceso.
La peste de la singularidad, el yoísmo enfermizo, la latría de pobres desorientados e inseguros hij@s y niet@s que buscan seguridades que les evite la libertad de tomar decisiones. 12 apóstoles eligió Jesús. Cada uno con su "cadaunicidad". Diversos. Pedro, Santiago, Juan... y así lo quiso el Hijo de Dios. No, el Kiko Argüello prefiere a los minions, prefiere pitufos del padre Abrahamo. Todos haciendo lo mismo, a la misma hora, vestidos igual, con la misma barba, con el mismo acento, pensando igual, y todos pitufando igual. Y lo lamentable, lo desgraciadamente lamentable, es que con los sacerdotes de los Clonatoris Mater han hecho igual. Copias geneticoneuronales del pocosesos del Kiko Argüello, esforzándose en no decir y/o hacer nada que les baje peldaños en la escala de los 72.
Era excéntrico en el vestido, Juan Bautista: una piel de camello. El primer Kiko Argüello vestía un abrigo de piel de oso. Luego quiso inmortalizar el abrigo y bufanda de Lenin, pero le quedó plan GRU mi villano favorito. Juan Bautista comía miel silvestre y saltamontes. El Kiko Argüello se ha hecho famoso por sus mariscadas, y sus vinos de las bodegas Genarini. Juan Bautista murió cuando hicieron rodar su propia cabeza, el Kiko Argüello se alegró de ver rodar la cabeza de Benedicto XVI .
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