Uno escucha la "Eucaristía Candomblé" y ¡Ops! reconoce al compositor: el Espíritu Santo. La tercera Persona de la Santísima Trinidad que sólo "inspiraba" las cancioncitas del kikón (los cancioneros litúrgicos católicos no, claro) Resulta que desde el CVII el Espíritu Santo se ha dedicado a hacer un corta-pega para todas las sectas cristianas.
Está claro que como Dios que es, inseparable de Jesucristo y El Padre, puede hacer su Divina Voluntad. Pero...
1) Los "cantos" de los kikos valen lo mismo que el diabólico Candomblé, la Missa Gaia (Paul Winter Consort) y la de New Age.
Bueno, pero con muchísima menos calidad musical, es obvio. Kikón no escucha y con la tercera Persona de la Santísima Trinidad no iba a hacer una excepción, claro. La voz e interpretacion de Virginia Rodríguez no tiene nada que ver con los gritos del kikón y sus clonatoris mater.
2) Las canciones del diabólico Candomblé valen "lo mismito" que los "cantos" kikianos, dado que suenan igual.
3) Si el hecho de que el Espíritu Santo no le haya inspirado a la Iglesia Católica ningún canto en 50 años, significa algo para kikón.
4) Los kikotistas deberían explicar por qué el Espíritu Santo sólo le "inspira" a kikón una canción al año, y al resto un par de discos al año.
5) Dado lo extendido de la New Age y el Candomblé (resiste y vence a las iglesias evangélicas) parece que las canciones de la amazonía provocan más conversiones que las Kikofonías del sufrimiento. Y tanto, ¡Menudo sufrimiento en los tímpanos de los amantes de la música sacra!
Aquí el video: no, no es Ascensión Romero cantando Oh Dios de fuego y justícia, y a mitad canción entrando los clonatoris mater a pleno pulmón. Es Candomblé puro. No comment.

Sus gurús también llevan a "una maría" a cuestas. Nada original en el CNC
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