Abraham ha hecho un camino que nadie ha hecho jamás. Es lo que tiene ser el primero, recorrer un camino de santidad inédito, único, propio. Porque todos hemos nacidos únicos, inéditos, e irrepetibles, Abraham es, como todos lo somos, "lo nunca visto". Ser único, ser el primero, nace de haber recibido la llamada de Dios a vivir una vida espiritual nueva, original, propia, nunca antes vivida por otro santo, y por nueva sólo podrá ser descubierta y llevada adelante y vivida, ejerciendo plenamente su libertad. Todos somos Abraham, porque todos hemos nacido únicos, y hemos de vivir una vida espiritual única. Si privamos al mundo de nuestra novedad, privamos al mundo de nuestra santidad.
¿Cuál es esa novedad de esta vida única? Un camino nuevo, a una relación con Dios diferente a todas. La relación de Abraham con Dios saca fuera de él "lo nunca visto antes". El "Nadie como tú" es la mejor de las definiciones de "vocación". Cada santa y santo Nunzio Sulprizio, Petar Barbaric', Carlo Acutis, han sido los "primeros" en vivir su novedad, una santidad irrepetible, de la que no han privado a la iglesia. Abraham es para todos. ¿Enfermo terminal de cáncer? Tú has recibido una vocación a vivir una enfermedad de un modo único, tuyo, irrepetible, que nadie antes que tú la ha vivido igual. Eso es la santidad.
Luís Gonzaga, no es el niño beato y "rarito" de las estampas. Fue el primero en su camino de santidad. Encontrar en la calle a un enfermo de peste, mirarle a los ojos, tomarle del suelo y llevarle al hospicio. Se contagió por ello y murió. ¿Cual fue su novedad? , mirar a los ojos a un apestado y en vez de evitarle como hacemos todos, lo toma en brazos. ¡Esa fue su novedad! Su modo propio, personalísimo, único, e inédita relación de santidad con Dios y con el descartado.
El Kiko Argüello pintó en su cabeza una santidad modelo standar: un armadura medieval de talla única que "por obediencia",, toda chica o muchacho ha de ponerse. su espiritualidad ha de ser la de todos, su vocación ha de ser la de todos, prohibido que surja dentro de su movimiento alguien siendo el primero en nada. Por eso tod@s l@s jóvenes inician su presentación diciendo: "Soy el 8º de tantos hermanos" "Soy el 5º de tantos hermanos". Ninguno es el primero, como lo fue Abraham, y cuantas santas y santos en la Iglesia Católica han habido y habrán. Esa Iglesia que Francesco imagina como una inmensa pradera con toda clase de plantas y flores, como los viera San Juan de la Cruz.
Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura, y yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de hermosura.
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