Sólo Dios y Harry Potter pueden crear de la nada, con su sola palabra. Y todo el mundo sabe que el niño de Hogwarts es un personaje de ficción. Podemos comprobarlo en el misterio eucarístico. Una oblea y vino sin las manos de un sacerdote que haga descender el Espíritu Santo sobre ellos, siguen siendo lo que son. Y viceversa: un sacerdote que vaya a consagrar sin que sobre el altar haya una oblea y/o vino, tampoco puede consagrar. Sólo Dios crea de la nada. Algo parecido ocurre con la Fe . La Fe es un don, no un Google Talk: dices unas palabras y ¡ Voilá, aparece lo que quieres ! La Fe es un don, no un hechizo que entra por la oreja y automáticamente provoca la Fe. De ser así , bastaría que un Papa dijera por TV "Jesucristo ha resucitado", para que al instante la humanidad entera descubriera la fe. Quizá por ello durante XXI siglos, la iglesia nunca se ha ido a predicar al desierto. Salvo Evagrio Póntico, que había ido ¿digamos por otro motiv...
Non temere, perché Io sono con te; non smarrirti, perché Io sono il tuo Dio. Ti rendo forte e anche ti vengo in aiuto e ti sostengo con la destra vittoriosa. (Isaia 41.10)