Vita spiritualis. Abajo cabeza demonio engullendo entero un "elevado"
1 Re. 19, 3-15 Dios se manifiesta en el silencio, en lo suave del susurro de una brisa. Si el volumen de nuestra vida es atronador sencillamente, no percibiremos el susurro de Dios. En palabras de San Agustín: "más temo que Dios pase por mi vida y yo no me de cuenta".
Los demonios tienen alas, armas espirituales con las que confundir y arrastrar. Tienen un fondo negro, obscuro, que provoca la necrosis de la vida espiritual. "Alguien" copió uno de estos demonios de esta tabla ortodoxa.
Ser católico (Católicos son los del video de aquí abajo) es otra cosa: vivir en la humildad, la sencillez y la alabanza. Donde el otro, es Cristo.
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